martes, 27 de enero de 2015

La dimensión literaria


 
El grosor de un libro no se corresponde con la dimensión de la obra. La paginación es una propiedad del libro, en tanto que soporte físico, y varía en virtud de los caprichos del editor. Pero la obra, en sí misma considerada, ya nos estemos refiriendo a "Moby-Dyck" o al "Poema de Gilgamesh", se abre a una dimensión no mensurable cuantitativamente.
La dimensión de una obra, atendiendo exclusivamente a su valor literario, ha de resultar de la propia obra, de su potencialidad, de su estructura interna y de su desarrollo como ser vivo, y sólo así cabe tildarla de excesivamente larga o decepcionantemente breve. Una obra demasiado larga no será, pues, aquélla que rebase las mil páginas, sino aquélla cuya dimensión resulte inapropiada para su estilo, su intensidad, su desarrollo... Sólo desde esta perspectiva entenderemos que una obra resulte demasiado larga aunque no llegue a las cincuenta páginas, y otra adolezca de una excesiva brevedad aunque rebase las quinientas.
Valorar una obra por el número de páginas de su publicación, es como preferir una especie de flor a otra porque tenga más pétalos.

 
 


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